viernes, 25 de abril de 2014

Echar de menos

Nos acostaba la misma noche
y nos amanecía el mismo sol;
queríamos dormir abrazados
para luego despertar separados.

Era la misma poesía
la que nos aliviaba la sed,
eran las mismas fuentes
de las que bebíamos,
y aún queriéndolo todo compartir,
acabamos los dos por envidiarnos.

Nos alimentaban las mismas historias
de amor, ternura, pasión...
¡Y por siempre comer del mismo plato,
acabamos los dos por morir de hambre!

Nos queríamos tanto 
que acabamos por odiarnos.
Nos necesitábamos tanto,
que sólo buscábamos independizarnos...

Nos queríamos tanto, tanto,
que no nos dimos cuenta
de que lo único que nos faltaba
era faltarnos.