miércoles, 10 de julio de 2013

¿Qué buscará mi mente cada noche que no me deja dormir?

lunes, 8 de julio de 2013

Ocho de julio del dos mil trece y tú tan infeliz

No es fácil la vida, ni aprender a vivir. Respirar nacemos sabiendo pero bien se sabe que no es de lo que vivimos y por ello buscamos algo más. Queremos y deseamos sólamente felicidad. "¡No pido tanto!" gritamos al cielo. 
Y entonces pedimos dinero; exigimos libertad, casa, cama, sofá, televisión y por qué no, ¡nada de publicidad! y más dinero si pudiese ser. Luchamos por ser los primeros, por tener el primer lugar y que cuenten con nosotros pero no nos busquen si algo malo pasa. Ay, felicidad, ¡no pedimos tanto! Únicamente que no se nos arruguen las manos, que el blanco no habite en nuestro cabello, que la factura de los años nunca llegue, ¿y dónde puede haber más dinero si fuese posible? Necesitamos de tecnología y la más sofisticada, el mejor corte de pelo y "tú no vas a tener más personalidad que yo". Sí, la felicidad... Luchamos por más dinero si cabiese pero no nos atrevemos a defender a quien a nos quiere y si nos deja de querer ya nos quejaremos. 
¿Quién va a ser feliz si nadie a su lado, si hay que escribir a mano, si para oler el dinero hay que madrugar y trabajar, si las cremas no quitan puntos negros y las arrugas salen igual? ¿Cómo podemos ser felices si tenemos que preocuparnos de reciclar, si al mando a distancia se le acaban las pilas y hay que bajar a comprar? ¡No pedimos tanto!




Menos mal que a mí me han enseñado,
que me pueden bastar cuarenta duros de felicidad. 

Felices 39, Kutxi Romero. 

Hoy no quiero

Ando en huelga de todo
No quiero hacer nada 
¡porque nada me parece bien!
No duermo porque 
no quiero soñar feo
En huelga del soñar
No canto porque
no quiero sonar fea
En huelga del cantar
No opino porque
no quiero pensar feo
En huelga de razonar
No salgo porque
no quiero que me vean feo
En huelga de sociabilizar
No rechisto porque
no quiero discutir alto
En huelga de luchar
Y si pudiese entrar
en la huelga del respirar
y tapar primero mi boquita
tapar después mi nariz
dejando de inhalar despacito
tranquilo, calmado
sin prisa y buena letra...
Si pudiese hacer que 
mi último aliento 
fuese sonrisa, lo haría
Si pudiese matarme, lo haría
Pero ando en huelga de todo
y no quiero morir feo.