martes, 26 de junio de 2012

Que pasen los días.

No me des las buenas noches, ya que no las voy a dormir. Pasaré la noche en vela contigo para contarte la historia de cómo te conocí. Ya es de madrugada y aún busco cómo escapar de donde me enredaron tus ojos. ¿Ves conmigo los primeros rayos del sol? No te vayas, no te vayas hasta que lleguen los últimos; que vuelva a caer la noche, que vuelva a ser nuestra. ¿Habremos dormido algo? ¿Y acaso, cómo dormir? Tan sonoro el tan rápido latir de mi corazón por ti. Que vuelva a caer la oscuridad, que vuelva a ser nuestra. Aquella que nos consume mientras consumimos largos besos. Y éstos dejarán aparte el romance, ¡busquémosle un sustituidor! Vayamos al rincón más oscuro de ésta mi habitación. 
-Ivan Jiménez y Ana Fernández.

jueves, 21 de junio de 2012

¡Yo siempre hago lo primero que se me ocurra!
Y tú lo negativo lo has dicho después. 

sábado, 16 de junio de 2012

El tonto de pueblo.


La wikipedia denomina locura como, textualmente, determinado comportamiento que rechaza las normas sociales establecidas. Locos los llamados automarginados. Deberíamos divagar sobre esa palabra, sacarle las entrañas y así poder relacionarla.  Les contaré una historia:

Desde pequeños hasta mayores llamamos tonto a aquel que ose contradecir nuestras creencias. Vemos como un grano en el culo a ese tonto que mantiene una conversación con nosotros. ¿Cómo tiene la osadía de empezar una frase con “No, sino que”? ¡No puede! O sea, ¡qué sabrá el de la vida! Ese es el problema. Que a ese tonto no le hace falta saber de la vida, no le es necesario haber vivido más que tú, haber viajado ni haberse divorciado siquiera. Y eso nos jode. Que nosotros tengamos problemas, y él no.  Que nosotros conozcamos los problemas a la perfección, pero que él conozca las soluciones como de una ecuación de primer grado se tratara. ¿Quién es ese tonto, que nos escupe a los ojos aquellas verdades hasta dejarnos ciegos de ira? ¡Está loco!

Y es así como desde pequeños hasta mayores llamamos loco a aquel que hace cosas que nosotros no llegamos a comprender. Vemos como tal pústula en la nariz a ese loco que nos roba minutos de sueño, ocupando nuestra mente con sus locuras. ¿Cómo se atreve a robar mi atención? ¡No debería! Pero, a ver, ¡qué está mal de la cabeza!  Y ese es el problema, que si no lo llegamos a entender, es obvio que está mal. Y no, para nada lo está. Pero el loco hace lo que él quiere hacer, y nos dice que lo él nos quiere decir. Y eso nos jode, porque las normas sociales establecidas tienen detrás de cada sílaba acentuada la palabra respeto. Y ese señor, no me respeta. ¿Pues no que está haciendo ver a los demás que estoy equivocado? Mejor se calla al sincero, llamándole loco y creándole complejo de tonto.

Y así, amigos pero nunca compañeros, es como los llamados locos acaban aislados, automarginados

sábado, 9 de junio de 2012

Su alegría fluyó en cuanto nuestras miradas colisionaron.

Con esta carita quién no me va a mentir, quién me va a tomar en serio, quién me va a escuchar.
¿Quién me va a tener un cuenta, con esta carita?

lunes, 4 de junio de 2012

Tengo mis principios... Pero si no les gustan, tengo otros.

Por favor, no piensen que esto es fácil para nosotros. Nos ha llevado días, incluso meses (no se crean que demasiados) pero, al fin, hemos llegado a una conclusión común: las personas cambian, aunque la sorpresa es que no cambian con el tiempo, sino con la compañía. Quedando dicho esto, pido un chocar de copas por mí y mis noches, por haber descubierto solas la llamada hipocresía. 

domingo, 3 de junio de 2012


"Mírale a los ojos, y no pares hasta que veas su alma. Entonces, sacas el puñal."

sábado, 2 de junio de 2012

-Hemos llegado, sí.

Los colmillos del puma me han destrozado. No sé si bostezaba o rugía, pero mi carne es ya su alimento, puedo escuchar los sonidos glotones, el rasgar de tejidos, el crujir de mis huesos, el borboteo de mi sangre, derramándose hacia la nada. Pasa por fiarte, ¿acaso no era de esperar? ¿Comer o ser comido?
-¿Qué vas a hacer?
-¿Cuándo?
-En general.
-Cerdo, gilipollas.
El amor es que no estás. La vida tiene sentido porque yo estoy vivo.
Me aburre el mundo. ¿A quién no? Juguemos.
-¿Y tú, cómo te llamas?
-Dímelo tú.
Morir es dormir, nada más.
-¿Por qué lloras?
-Están todos muertos.
El suicidio perfecto -decía- sólo tiene un defecto: que es irrepetible.
Cuanto más te quería más pensaba en la muerte. Porque tú me obligas a prometerme con la vida.
Quand nour fûmes au Mont Étuve, Qui est si froid, si rude...
Estás invitada a la fiesta del final de mi vida. Será genial, no faltes.
-Es que nuestro nombre empieza por A. La A lo encierra todo. Ya encerraba muchas cosas, en la simbolgía del Camino.
Cather in the rye! ¿Guardián o acechador? Guardián el que guarda, acechador el que acecha.
No puedo retener el amor.
Om matri muye sale du.
-Pasan cientos de personas, pero nadie ve nada.
Si alguien atrapa  acecha a alguien cuando van entre el centeno...
...Y que no andéis como los otros, para quien caminar es sólo necesidad o casualidad...
"Disueltos en el río"
Combien y a-t-il de couleurs? Cinq et une de cachée. Que signifie le blanche? Les larmes que Maître Jacques a versées par nous...
KLARHEIT.
Que no tema nadie al puma de esta imagen, sólo está bostezando.
Una joven extranjera -él escribió danesa- llega hasta la costa española con un hombre, en una aventura de amor. En Gijón los alcanza el novio de la chica danesa y de noche, bajo el brazo del horizonte, los dos rivales luchan con sus argumentos para quedarse con ella. En la oscuridad, la chica danesa escucha el apasionado discurso del hombre y al concluir avanza hacia él para abrazarle, mientras el joven se despeñaba herido de muerte por el rechazo. Sólo después del suicidio ella se da cuenta que era el hombre el que pronunciaba el bello discurso del que ya había muerto. Pero no dice nada, porque su muerte ya no tiene solución. ¿Debería comentarle a su novio ahora la equivocación? No, ahora le tocaba vivir sola con su error.
COMPAÑERO, aquel que comparte el pan.
¿Quién dijo que no hay corazones de piedra?
Ceperis.
V'han certuni che dormendo... Les llaman sonámbulos porque deambulan mientras sueñan.
Así sucede cuando te despiertas en la mañana del día siguiente que has estado esperando toda tu vida: no hay despertar.
Me marché hacia la oscuridad...
Cuidado con el puma, ¡no está bostezando!
Dos patitos se fueron a bañar... Por eso lloran, lloran los patitos, lloran... Porque el más chiquitito no sabía nadar.
Si te duele, no se lo demuestres al resto de tu cuerpo. Si empiezas a cojear, todo el cuerpo se descompone.
-Se acabó, más allá no hay nada, ¿eh?
-Sí, el mar.
-Nadie puede guardar las huellas de todo el camino, como tú.