lunes, 5 de junio de 2017

Parches

Todos hemos intentado poner un parche en algún agujerito que se nos ha abierto en el corazón.
Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos tenido fugas de aire, agua y amor resoplando, llorando y queriendo a quien no amábamos.
Todos hemos necesitado de una tirita, una venda, un tope, un beso que nos curase la grieta que se abría y se abría y nos partía en dos.

Pero nadie lo hemos encontrado.
Nadie ha conseguido que nada tape la fuga, que la grieta no se agrande cuanto más intentas hacerla desaparecer; nadie ha conseguido que el corazón lata como antes.

Porque es imposible. No se puede.

Y fin.

Nos quedamos así, rotos, partidos en dos, ahogándonos en la falta de oxígeno y sin lágrimas.
Pero andamos como si nada. "La vida sigue", te dicen. Y claro que sigue... Y tú sigues, y tu familia sigue, y todo sigue... Pero ya no sigue igual. El mundo ahora gira distinto, la lluvia huele diferente, el sol ya no brilla en su justa medida y la sombra del árbol no te cobija.

Ya, nada.

Porque por muchos parches, por mucho parche sobre parche... El agujerito sólo se agranda.