sábado, 22 de agosto de 2015

Ni la muerte

Ella hacía las cabezas volar,
creaba arte con la mirada,
revivía llamas desde las cenizas,
conocía todas las historias
y a cada mago que apareciese en ellas.

Ella bebía a caño de las mejores almas,
sabía quién valía y quién no,
conducía siempre de noche por autopistas,
luchaba a diario con mil monstruos
y casi nunca salía herida.

Ella, tranquila a veces,
sabía cuando la gente necesitaba moverse,
aceleraba todos los corazones,
hacía explotar por unas horas las vidas de los demás,
era ella quien a la muerte le pisaba los talones.

Pero ella no podía ser ella sin él,
y es que
él era quien cuidaba de su arte,
quien avivaba su fuego cuando parecía apagarse,
quien le contaba mil cuentos antes de acostarse. 

Él tenía el alma más pura,
él era quien más valía,
quien le guiaba por carreteras oscuras
y quien ahuyentaba sus peores pesadillas.

Él sabía cuando ella debía parar,
él sabía cómo hacer su corazón bombear,
él sabía a las explosiones controlar,
y él sabía, que ni siquiera la muerte, podría con ellos acabar.



sábado, 8 de agosto de 2015

Declaración de intenciones

Llueve,
es agosto, del que iba a ser un gran verano, y llueve.
¿Qué se hace cuando llueve?
Lo he olvidado.
¿Qué se hace cuando no se tiene nada que hacer? ¿Qué se hace cuando no se tiene a nadie para amar?
La vida parece no tener razón de ser desde hace demasiado tiempo.
¿Qué se hace entonces, cuando no te queda nada por lo que levantarte cada mañana?

Ahora todo el mundo establece sus propias prioridades,
lucha por sus sueños
y dicen comprender la vida.
¿Quién va a conseguir entender algo que no para de cambiar?
Y es que así es todo:
las relaciones cambian,
los ideales cambian,
los gustos cambian,
y, aunque duela, las personas, igual.
Hoy nadie es el mismo que fue ayer.
Y ya, hoy, no reconozco a la que fui y me muero de ganas por ver quién seré.

Y es por eso que morir es sólo un acto egoísta e inútil.
Morir es como salirse de la peli.
Y ya que he llegado hasta aquí, que sirva para algo.

Y voy a cuidarme bien todos los días
para seguir machacándonos cada noche.

Voy a volar tan alto que volver a la Tierra sea necesario.

Voy a aprender nuevos juegos en los que nadie tenga que salir perdiendo.

Voy a tirarme de cabeza al caos que me reina y a chapotear, salpicando todo lo que pueda.

Y voy a reír por todo lo que me apetezca
y voy a llorar donde sea.

Y voy a estar tranquila con lo que soy,
y voy a asegurarme de cada paso que doy,
y voy a querer a alguien para el resto de mis días. 

A partir de hoy.

Quiero

A veces
pienso
que no habrá nunca
nadie
que sea para mí

A veces
pienso
en lo que me gustaría que
algún día
quizá sí

Y que nos pudiésemos acurrucar en la noche
y cumplir el castigo de cuidar de las estrellas
y vigilar nuestra Luna hasta que amanezca

Y poder dedicarle poemas
para luego escribírselos en la espalda
en el antebrazo
en el muslo
y en el alma

Y que vayamos juntos a los mejores conciertos
y de vuelta a casa seguir cantando canciones
y guardar la entrada para luego mirarla con nostalgia

Y que cuando me duerma
pueda echarme sobre sus piernas
y que si me nota los pies fríos
me tape corriendo sólo por miedo a que el frío me llegue al corazón

Y follar
y hacer el amor
y viceversa
y todo a la vez

Y que me cuide
y que me permita cuidarle
y reírnos de nosotros mismos
y llorar por nosotros también

Y yo lo siento si pido demasiado
pero me gustaría alguien que no sólo me amase
sino que también fuese capaz de hacerme volver a amar a mí.