jueves, 28 de noviembre de 2013

Para nadie

¿A qué vienes, frío?
¿A qué vienes, muchacho?
¿No vendréis buscando el amor?

¿A qué vienes, calor?
¿A qué vienes, muchacho?
Si sabéis que el amor se me perdió.

Y si venís a matarme tomen velocidad,
tal y como haría un buen escritor,
corriendo y sin pensar.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Mientras te esperaba

Voy a escribir un puñado pequeño de versos
pensados a mala gana
sólo para calentar mis manos,
para que mis dedos no se caigan
en gracia de este frío invernal
que viene y va haciéndote honor.

A veces eso pasa,
que es el hielo más frío
el que te llega a quemar;
que es la primavera más colorida
la que hace un otoño más triste;
que cuanta más gente hay,
más solo te llegas a encontrar...

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Levántate y anda

Podría escribirte una vez si no quisieras que hubiese una segunda,
así intentando imitar a lo que llaman poesía para hablarte,
contarte, comentarte, llamarte la atención y pedirte un poco de tu
seria, calmada, templada y apreciada compañía.

Sabes ya cómo funcionamos, tratando de vernos de tanto en tanto
para nunca olvidarnos, clavando noches en nuestra memoria,
no dejando pasar el tiempo en vano, limitando quizá demasiado
nuestra presencia y alzando nuestra frente bien alto.

Podríamos ser lo más odiados desde una punta a otra,
¡¿y por qué no?! me arriesgaré a decir que eso ya lo conseguimos.
Tú, ella, y yo; vosotros y yo; nosotras y tú; un pequeño nosotros
en el que no cabría nadie más en el caso de que alguien quisiese caber.

Ella sabe que no es nadie, que no es nada, que no será más esa mujer
imposible, perfecta y simplemente deseada sin alguien que la saque
del pozo donde yace, sin aquel que la pueda entonar con su voz
seria, calmada, templada y apreciada por algún otro oído que sepa escuchar.

Y esa voz eres tú, ella es nuestra poesía y yo... Yo sólo soy un afortunada.