martes, 30 de septiembre de 2014

vvv


¿Qué hago, si me enamoro igual de rápido que te olvido?



jueves, 25 de septiembre de 2014

Antílopez - Una vez visto





Lucho cada día por no perder de vista el supuesto sentido de la vida





lunes, 22 de septiembre de 2014

Tormenta en batalla

Llevamos luchando corazón en mano tantos meses que alguna noche llegué a pensar que la batalla era mi verdadero hogar. Mi boca está cerrada y apretando mis labios callo lo que mi alma desde muy adentro intenta gritar. Mis ojos ya no me pertenecen, tantas veces han sido tuyos que no pueden dejar de mirar lo que está sucediendo. Los intento cerrar; la situación me está superando, estoy muy cerca de perder. No dejas ni una puerta abierta mientras yo no paro de abrir cada ventana que me encuentro, esperando a que caigas a mi suelo por casualidad. Necesito algo de ti que me haga de nuevo sentir que esto tendrá buen final. Prometimos decirnos siempre la verdad.

Y me mentiste.
Me mientes.
Y me mentirás.

Sin ninguna piedad miras en el fondo mis pupilas, haciéndote despiadádamente con cada uno de mis secretos y leyendo todas mis cicatrices, superficiales y profundas, antiguas y recientes, insignificantes y las más importantes. Pero tus ojos vestían una máscara tan bien preparada, tus labios contaban un papel tan bien ensayado, tus manos estaban hechas para ser inmunes al tacto de espíritu cualquiera. Eras implacable, nada ni nadie podía llegarte, y yo, inocente, en cada choque de espadas te regalaba un te quiero sin saber qué harías con él después. Prometimos ser un descanso el uno para el otro.

Pero siempre me diste qué pensar.
Ahora ya no piensas en mí.
Y quién sabe en quién pensaremos mañana...

Sé que esta lucha acabará algún día; nuestras fuerzas no son infinitas. Sé, que un día te tuve y no te quise tener y sé, que ahora es tarde. Por ello te escribo, para darte las gracias por todas las veces que te quisiste entregar y que aguantaste el puñal entre las costillas; gracias por todos los besos que no nos llegamos a dar, porque, ahora, sé que así es mejor. Mantengamos las distancias; vengo en son de paz. Descansemos, tumbémonos... volvamos a mirar las estrellas. Dios mío, ¿cómo hemos llegado hasta aquí?

¿Te preocupaste alguna vez por mí?
Ahora no importa.
Ana siempre estará bien.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Niño

¿Por qué lloras, niño?
¿Qué es lo que estás sintiendo
que tanto daño hace,
que no te deja respirar,
que se te mete tan adentro?

Hay cosas
que no se pueden fingir
y hay caminos
largos
Santiagos
aún por andar.

Límpiate las lágrimas, bonito,
que nos vamos casi ya.
¿Que a dónde?
pues donde tú quieras;

los dos tenemos
mucho que descansar.

martes, 16 de septiembre de 2014

Por el amor

Paseaba por las calles
cuando unos ojos
miraron el fondo de mi corazón;

esos ojos no eran vírgenes,
otro corazón habían mirado ya.
Lo supe y entonces,
morí de amor.


Dormí en la cama
del que debía ser mi vida;

dormí sola
y por saber que no volvería
allí de nuevo a dormir,
morí de amor.


Terminé el libro
de cuyo protagonista
me había enamorado;

al terminarlo,
éste murió
y yo con él:
morí de amor.


Y es que, quizá,
he muerto tantas veces
que ya no hay nada
ni nadie
capaz de matarme.

Eres

Soy mujer y soy pequeña,
soy egoísta y soy retorcida,
soy inocente y soy culpable de todos los males,
soy inútil y estoy dotada de todos los dones
que una vez a Dios se lo ocurrió crear.

Soy destructiva,
soy compulsiva,
soy avariciosa y soy sólo cristal.
Soy muda y soy sorda,
soy a quien nadie hará callar.

Soy delincuente y soy efímera,
soy invisible,
soy todo lo que nadie querrá jamás ser.
Soy hermosa y soy amante.

Soy amplia,
soy pedregosa,
soy difícil e imperecedera.
Soy tanto y soy tan poco,
soy fuerte y débil,
soy triste y estoy muerta.

Lo soy todo y a la vez soy la nada;
soy un punto azul,
soy quien te ciega y soy quien te hace abrir
de nuevo los ojos a la luz.

Soy todas las adolescentes,
soy todos los niños que fueron asesinados,
soy los padres angustiados,
soy coma etílico,
soy todos los vicios.

Soy yo,
¿es que no me ves?
Soy tú.


lunes, 15 de septiembre de 2014

Buenas noches

Y es que conforme la Luna se alza,
la vida se nos acaba;
el Sol se esconde
y mi corazón, soñando,
casi asomaba.

Hola, mi vida,
¿cómo estás?

No sabes lo que hubiese dado yo
para que aquella noche
me hubieses besado.

Y te beso,
y te beso,
y te beso...

Hola, cielo,
¿cómo te va?

Y besarnos,
y besarnos,
y besarnos...