lunes, 22 de septiembre de 2014

Tormenta en batalla

Llevamos luchando corazón en mano tantos meses que alguna noche llegué a pensar que la batalla era mi verdadero hogar. Mi boca está cerrada y apretando mis labios callo lo que mi alma desde muy adentro intenta gritar. Mis ojos ya no me pertenecen, tantas veces han sido tuyos que no pueden dejar de mirar lo que está sucediendo. Los intento cerrar; la situación me está superando, estoy muy cerca de perder. No dejas ni una puerta abierta mientras yo no paro de abrir cada ventana que me encuentro, esperando a que caigas a mi suelo por casualidad. Necesito algo de ti que me haga de nuevo sentir que esto tendrá buen final. Prometimos decirnos siempre la verdad.

Y me mentiste.
Me mientes.
Y me mentirás.

Sin ninguna piedad miras en el fondo mis pupilas, haciéndote despiadádamente con cada uno de mis secretos y leyendo todas mis cicatrices, superficiales y profundas, antiguas y recientes, insignificantes y las más importantes. Pero tus ojos vestían una máscara tan bien preparada, tus labios contaban un papel tan bien ensayado, tus manos estaban hechas para ser inmunes al tacto de espíritu cualquiera. Eras implacable, nada ni nadie podía llegarte, y yo, inocente, en cada choque de espadas te regalaba un te quiero sin saber qué harías con él después. Prometimos ser un descanso el uno para el otro.

Pero siempre me diste qué pensar.
Ahora ya no piensas en mí.
Y quién sabe en quién pensaremos mañana...

Sé que esta lucha acabará algún día; nuestras fuerzas no son infinitas. Sé, que un día te tuve y no te quise tener y sé, que ahora es tarde. Por ello te escribo, para darte las gracias por todas las veces que te quisiste entregar y que aguantaste el puñal entre las costillas; gracias por todos los besos que no nos llegamos a dar, porque, ahora, sé que así es mejor. Mantengamos las distancias; vengo en son de paz. Descansemos, tumbémonos... volvamos a mirar las estrellas. Dios mío, ¿cómo hemos llegado hasta aquí?

¿Te preocupaste alguna vez por mí?
Ahora no importa.
Ana siempre estará bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario