Y es que conforme la Luna se alza,
la vida se nos acaba;
el Sol se esconde
y mi corazón, soñando,
casi asomaba.
Hola, mi vida,
¿cómo estás?
No sabes lo que hubiese dado yo
para que aquella noche
me hubieses besado.
Y te beso,
y te beso,
y te beso...
Hola, cielo,
¿cómo te va?
Y besarnos,
y besarnos,
y besarnos...
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