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(...) Cuando miramos en dirección A, a 90º hacia el disco, no vemos muchos
estrellas. Pero al mirar en la dirección B vemos muchas más estrellas porque
miramos hacia la masa central de la galaxia. Y como la galaxia es un disco, lo
que vemos es una franja de estrellas.
Entonces
pensé que durante mucho tiempo a los científicos les había desconcertado que el
cielo sea oscuro por las noches pese a haber billones de estrellas en el
universo, pues hay estrellas en todas las direcciones en que uno mire, así que
el cielo debería estar lleno de luz estelar porque no hay casi nada que impida
que la luz llegue a la Tierra.
Entonces
descubrieron que el universo está en expansión, que las estrellas se alejan
rápidamente unas de otras desde el Big Bang y que cuanto más lejos están las
estrellas de nosotros más rápido se mueven, algunas de ellas casi a la
velocidad de la luz, y eso explica por qué su luz nunca nos llega.
Me
gusta este dato. Es algo que podemos comprender al mirar el cielo por la noche,
pensando, sin tener que preguntárselo a nadie.
Cuando
el universo haya acabado de explotar, las estrellas disminuirán su velocidad,
como una pelota lanzada al aire, hasta detenerse y volver a caer hacia el
centro del universo. Entonces nada nos impedirá ver todas las estrellas del
mundo porque todas vendrán hacia nosotros, cada vez más rápido, y sabremos que
pronto llegará el fin del mundo porque al alzar la mirada hacia el cielo por
las noches no habrá oscuridad, sino la luz resplandeciente de billones de
estrellas que se acercan. Sólo que nadie verá eso porque ya no quedarán
personas en la Tierra para verlo. Para entonces seguramente ya se habrán
extinguido. Y en el caso de que queden algunas no lo verán, porque la luz será
tan brillante y ardiente que todas morirán abrasadas, aunque vivan en
túneles. >>
-El curioso incidente del perro a media noche.
Capítulo 17. Mark Haddon.