Y entonces hubo un sin miedo a las
guitarras, un qué más dará mañana. Hubo noches y hubo días, calles vacías y un
pub a reventar. Hubo de todo para todos y si te quedaste sin nada fue porque
quisiste. Hubo de todo en un segundo, miradas que se repetían 60 veces por
minuto para hacer de esta puta vida la más jodidamente bonita. Y suena
otra vez mi alma de fondo, haciéndome ver el por qué de mi locura, pero cuando
estoy a dos milímetros de ella y mi eternidad, la alarma suena y vuelven las Matemáticas a primera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario