¿Por qué lloras, niño?
¿Qué es lo que estás sintiendo
que tanto daño hace,
que no te deja respirar,
que se te mete tan adentro?
Hay cosas
que no se pueden fingir
y hay caminos
largos
Santiagos
aún por andar.
Límpiate las lágrimas, bonito,
que nos vamos casi ya.
¿Que a dónde?
pues donde tú quieras;
los dos tenemos
mucho que descansar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario