A veces
pienso
que no habrá nunca
nadie
que sea para mí
A veces
pienso
en lo que me gustaría que
algún día
quizá sí
Y que nos pudiésemos acurrucar en la noche
y cumplir el castigo de cuidar de las estrellas
y vigilar nuestra Luna hasta que amanezca
Y poder dedicarle poemas
para luego escribírselos en la espalda
en el antebrazo
en el muslo
y en el alma
Y que vayamos juntos a los mejores conciertos
y de vuelta a casa seguir cantando canciones
y guardar la entrada para luego mirarla con nostalgia
Y que cuando me duerma
pueda echarme sobre sus piernas
y que si me nota los pies fríos
me tape corriendo sólo por miedo a que el frío me llegue al corazón
Y follar
y hacer el amor
y viceversa
y todo a la vez
Y que me cuide
y que me permita cuidarle
y reírnos de nosotros mismos
y llorar por nosotros también
Y yo lo siento si pido demasiado
pero me gustaría alguien que no sólo me amase
sino que también fuese capaz de hacerme volver a amar a mí.
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