En algún momento Eros se tornó estúpido y en vez de hacerse adorar,
pasó a dar la mayor pena de todos los mundos.
Creído, y no sabe qué hacer
con tanta belleza.
Lástima, su cara desentona demasiado
con su alma.
Su desgracia, la impotencia le consume
y no admite el no.
Pobre Eros, se creía único
hasta que de repente Afrodita llegó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario