domingo, 5 de abril de 2015

Fortuna fatal

Mamá, he descubierto que no existen poetas felices
y es que la felicidad no tiene ningún misterio. 

Vuelve la autodestrucción enmascarada, 
los anocheceres anhelados 
y los amaneceres vanos.

Y no es que yo escogiera esta vida,
sino que la poesía me escogió a mí.

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