Tengo los ojos cansados de no verte,
los labios cortados de no besarte,
las manos hartas de no tocarte.
El pelo no crece si no eres tú quien lo desenreda,
la sonrisa no asoma si no eres tú quien la provoca
y mis lágrimas caen buscando que,
como siempre,
seas tú quien las recoja.
No se escucha la música que una vez nos dedicamos,
no concuerdan las palabras que nos escribimos,
no se sientan ya las caricias que nos regalamos...
Se desdibuja el mundo,
nos ensordece el canto de los pájaros,
me queda nada si te vas;
sólo tú me podrías salvar
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