¿Buenos días?
Buenos días fueron ayer
y buenos días serán mañana
porque buenos días son cuando te veo
y cuando de lejos oigo tu corazón latir
Madre mía, ¿y qué decir?
Tu risa hace resucitar
a las mariposas que murieron hace años
y tengo que apretar fuerte los labios
para que lo que me da vida
no se me escape
Que yo sé que tú ya no piensas en mí,
que no es a mí a quien miras,
que no soy yo de quien hablas,
pero sin decir nada, amor,
eres tú quien me da los buenos días
He rescatado una libreta del 2014 donde escribía poemas como éste. He tenido muchos meses de delirio mental, desenfreno cannábico y vacío poético. Ya escribí sobre él, pero lo vuelvo a repetir: a mi duende lo mató bachiller. Niños, haced caso a vuestras madres y profesoras: hay que leer. La lectura me ha devuelto a la vida. Porque leer lleva a escribir y escribir es lo que me mantiene sana. A mí y a otros locos. Stephen King nunca falla, pero recomiendo también leerse a uno mismo en el pasado. A veces, no hay mayor inspiración que uno mismo... Buenos días a mi yo del dos mil catorce, tres años de sueño intranquilo después.
No hay comentarios:
Publicar un comentario