A veces tengo la sensación de que veo lo que veo desde un lugar fuera de mi cuerpo,
por encima de mis hombros y de mi cabeza,
como si estuviese tumbada bocabajo en un techo transparente que no siento al tacto.
Desde ahí no puedo hacer nada, sólo ver y oír a mi alrededor,
todo sigue su curso pero en realidad nada tiene importancia porque ya nada puede cambiar.
Qué decepción cuando me doy cuenta de que sigo estando dentro de mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario