No me puedo imaginar
qué sería de mí
sin la ilusión de verte venir;
mañana,
pasado,
sé que llegarás.
No quiero ni pensar,
qué vacío,
qué tristeza y sinsentido
si tú no estás.
Mi fuerza es el sonido de tu risa,
y todos mis ánimos
son para verte sonreír.
Contigo yo crezco,
mejoro,
aprendo.
A veces me impaciento,
cierto,
pero siempre tengo más de lo que merezco.
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