Me despierto;
abro las fosas antes que los ojos.
Te huelo y pienso que
ha sido tu olor el que me ha desvelado.
Nunca das tiempo a acostumbrarse a ti.
Calmo mi corazón,
con pésima ayuda de mi cabeza,
intentando creer que seguirás aquí al amanecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario