V arios

 I

Estoy tranquila porque 

ahora sé

lo que puedo controlar y lo que no.

Estoy tranquila porque

no estoy sola

y mis ángeles me guardan las espaldas.

Estoy tranquila porque

nadie me juzga

o, al menos, ya no me importa. 

Estoy tranquila porque

ahora distingo

la realidad de lo que mi mente me haría creer.

Estoy tranquila porque

no me miento

    busco

y       -     lo que merezco. 

     tengo

II

¿Habrá otro planeta habitable?

Si lo hubiese, ¿no sería lógico que ya estuviera habitado?

¿Sentirán ellos el mismo  hastío por tener que compartirlo?

¿Pedirán allí deseos a las pestañas en la mejilla?

¿Dependerá también su autoestima de las palmaditas en la espalda?

III

Hay personas que te hacen sentir bien sólo con estar al lado. Y hay personas que, todo lo contrario: te hacen sentir mal. Su manera de hablar, su forma de mirar. 

Las personas tienen, siempre, la opción de ser buenas. Tienen, siempre, la posibilidad de elegir serlo. 

Vivir en este mundo implica aceptar que existen personas que toman el camino contrario, y eligen ser malas. 

Hay caracteres, hay genios, hay personalidades. Hay personas que encajan, y hay piezas solitarias. 

IV

No soy perfecta.

No esperan de mí que lo sea.

Si lo esperan, está fuera de mi alcance. 

Las expectativas deben ser realistas. 

Teniendo en cuenta de lo que hablamos: humanos.

Hemos llegado aquí, error tras error. 

¿Quién preferiría tratar con un robot?

Mal de muchos, no me consuela.

Pero ayuda no sentirse solo. 

Lección aprendida, nivel superado: sigo viva y nadie ha salido perjudicado.

Me comparo con personas mayores que yo.

Con personas con mas experiencia que yo.

Con personas con más tranquilidad que yo.

Cambio esta comparación injusta,

me quedo con la admiración.

Las tomaré de ejemplo.

Agradeceré su tiempo y el aprendizaje. 

Iré más despacio, observando el paisaje.

Nome cambio por ninguno de ellos. 

Me gusta quién soy:

Me equivoco y pido perdón. 

Me equivoco y corrijo.

Me equivoco y lo comparto.

Me equivoco y lo acepto.

Me equivoco y aprendo.

Me volveré a equivocar.

Quizás, hasta en lo mismo. 

Y sólo así llegaré a tener su experiencia. 

Me equivoco y me perdono.

V

No me gusta esto que siento: profunda soledad y desasosiego. 

No quiero escuchar a nadie y por nada tengo ilusión. 

No hay sentido para la vida pero de qué serviría morir ahora. 

Levantarme cada día y acostarme por igual. 

¿Es necesario justificar mi existencia? ¿Sería posible hacerlo? 

Una mala racha

    Son meses ya desde que no me siento bien. Meses de recordar todos los días con tristeza y nostalgia por el pasado.

    En el pasado, cuando no había tanta muerte, cuando había más amor, cuando se escuchaban risas todo el rato. 

    Ahora la cosa está más seria, hemos crecido deprisa, de repente. 

    Quiero volver a ser pequeña, quiero volver a sentirme libre; no saber qué es el miedo, no necesitar sentirme realizada. 

    He cumplido 27 años y echo de menos a personas, no a cosas. Echo de menos emociones, no fiestas. Echo de menos momentos donde sentir a la gente que quiero. 

    ¿Qué se puede hacer si no aceptar y asumir?

    Recapacitar, recapacitar sobre lo importante y lo imposible. 

    ¿Qué puedo hacer si no disfrutar de lo que tengo y puedo conseguir? 

    Pensar, pensar en los siguientes pasos a tomar. Amar, amar a los que se quedan. Agradecer, agradecer y devolver. 

Ser hipócrita es ser humano

No soporto el silencio

y a la vez huyo del ruido.

Quiero estar sola

al mismo tiempo que quiero estar siempre contigo. 

Me muerto tomar una decisión

pero me paraliza el mundo. 

Estoy triste y lloro

mas me siento afortunada y lo valoro. 

Me compadezco de los imprevistos

cuando les estoy sacando partido. 

Sé que me quieren

sin dejar de buscar merecerlo. 

Intento ponerme a mí primero,

sin parecerlo.

Finjo que sé lo que hago

y me enfada que no lo sepan los demás.

Soy humana,

me contradigo;

cumplo 27,

sigo sintiendo los 23. 

Al menos ya dejé los 16. 

Antropología particular

Soy un ser social por naturaleza,

¿o soy sólo un conjunto de emociones? 

Fui creada bajo leyes de la moral, 

¿o debo ser mi propio salvador? 

Estoy hecha para hacer el bien,

¿o puedo ser feliz?

Tengo claro que soy humana,

no qué implicaciones tiene;

¿acaso soy realmente libre?

¡Me busco y no me encuentro!

No sé a dónde voy, 

sí de dónde vengo.

Reflexiono sobre lo que quiero, 

y es mucho de lo que tengo. 

Busco un sentido, 

busco dejar de buscarlo;

busco comprenderme,

busco el viento.

Cuarta fase

I

Creo que tengo depresión

porque no sé lo que tengo 

y nunca he creído tener depresión. 

Me siento triste todo el rato

y no me apetece reír. 

Estoy muy cansada

porque mi cabeza se ha vuelto un bucle. 

Ruido, desamor,

hastío, decepción,

nervios, ira

y cansancio otra vez.

Siento que el traje que tanto busqué,

ahora me queda grande.

II

Me da miedo tener depresión

porque la depresión se llevó a mi tita

y puso muy triste a toda mi familia. 

Me da miedo estar tan triste

que olvide cómo era yo antes de esta tristeza

y perder lo mejor de mi esencia.

Me da miedo no encontrar valor 

en las razones para salir de la cama

y quedarme para siempre atrapada.

Me da miedo que ya no recuerde 

lo que había antes del apagón,

alejarme del todo de la luz

y no volver a disfrutar del sol.

III

La gente ha pasado por cosas mucho peores que yo.

Quienes me rodean tienen experiencias mucho más difíciles que yo.

Aquellos que me consuelan han vivido circunstancias más duras que yo.

Soy impaciente, intranquila, inconformista e incapaz.

Soy culpable; soy querellosa. 

Debiera relativizar 

pero no quiero pensar en otra, cruda, realidad. 

IV

Mi abuelo ha muerto.

Mi abuelo me quería y mi abuelo ha muerto.

Miro sus fotos y me río. 

Mi abuelo ya no está y nunca volveré a ver a mi abuelo.

Mis abuelas también morirán.

Mis padres, mi hermano, también morirán.

Quisiera morir yo antes y a la vez no;

no querría verles sufrir. 

Pero mi abuelo sí ha muerto

y yo sigo aquí, sin razón de vivir.

Papá

 Me acuerdo de tus malos momentos

y los guardo sin rencor

Te entiendo,

la vida a veces te apalea

Te entiendo, 

los días a veces duran de más

Me acuerdo de tus errores 

y lo hago sin rencor

Te entiendo,

no nacemos aprendidos

Te entiendo, también he vivido una primera vez

No lloro porque me hicieses daño

Lloro porque sé que te dolió hacerlo 

Yo soy buena

Soy buena, porque

si hago el mal, me arrepiento.

Soy cariñosa, porque

si me ofrecen un beso, lo aprovecho. 

Soy generosa, porque

si no comparto lo mío, lo siento.

Soy persistente, porque

si me retiro, lo lamento.

Soy valiente, porque,

aunque con miedo, me enfrento. 

Soy también prudente, porque

antes de actuar, lo pienso. 

Soy muchas cosas, pero, sobre todo, soy buena. 

Enemigo y problema

Eres lo primero en lo que pienso al despertar

No mis abundancias,

No mis amores,

No mis objetivos;

Tú, mi enemigo. 

Ocupas mi mente durante el día,

Te entrometes en mis pesadillas.

Eres lo primero en lo que pienso al despertar

y lo último al acostar. 

Sólo a momentos te aparto,

mas no te reemplazo. 

Tú, mi mayor enemigo.

¿Te acuerdas tú de mí, acaso?

¿Ocupo en tu mente el mismo espacio?

No, no lo sé, ¿no me importa?

Mi mente es tuya,

No de mi familia, 

No de mis aficiones,

No de mi risa;

Tuya, enemigo y problema. 

En ti pienso,

Me obsesiono,

y me entumezco. 

Paralizada, en ti es lo primero y lo último en lo que pienso. 

Recuerdos que son caricias

 No me tocas 
No estás conmigo 
Pero siento tus caricias en mi cuerpo 

Las yemas de tus dedos pertenecen a mi espalda 

Me dibujabas caminos de mis caderas a mi cuello
¿Cuántas veces más recorrerás mis senderos?

A veces enteros
A veces, espero, parando a regalar algún beso

Miedos de una niña

Dejé de escribir cuando cesó el dolor

He vuelto a escribir

Ahora

Cartas para mí

Me digo que me quiero

Que me cuido

Porque me tengo

Lo que más me agobia es saber

Exactamente

Eso

Que siempre me tendré

Con lo que fui,

Buscando lo que seré

Cuando sólo tenía cinco años, cuando tuve trece

Escribo y ya no tengo veintiséis 

Vuelvo a tener quince

Y busco la aprobación de papá

Mi orgullo cuando sí,

La rabia cuando no

Todo eso soy ahora yo 

Escribo cartas para mí

Para escucharme a mí

Para no escapar de mí

Da igual

Tenga quince o veintiséis

Voy a ser la niña de papá