Aprieto fuerte los dientes,
cierro los puños
y me hinco las uñas,
bajo los párpados
y hago viento con mis pestañas,
el corazón acelera
y el estómago gira y vuelca
en la curva más cerrada
más inesperada
más mortal
que podía el pobre aguantar:
que coincidiésemos
una vez más
en el mismo camino
(y en el momento perfecto).
No hay comentarios:
Publicar un comentario