domingo, 7 de diciembre de 2014

Sin título

Da lo mismo lo que hagas
o dejes de hacer,
¿no ves que soy poeta?,
con nada siento
y a todo le busco sentimiento.

Necesito que alguien me pare los pies,
se nos acabará yendo de las manos.
¿Se podría saber qué pasa?
Rompo mi vida en mil pedazos.

Los cristales de las ventanas
en mis fortalezas para el corazón
estallan a la misma vez que
oigo tus pasos alejarse.

Algún día aunque ahora lo niegues
hablarás con otro alguien de mí
y dirás que no te fue nadie
que nunca te escribí.

Y es que ya no nos queda nada,
recuerdos y poco nuevo que respirar.
No supiste ver cómo planeaba el cambio
y fue más fácil dejarte arrastrar.

Aunque nunca llegaste a pillarla
sé que alguna vez conseguiste
verme el alma
y, ya que tú sabes que está ahí,

te pido rodilla hincada
que no desveles su escondrijo,
que se la deje descansar,
que después de ti

(de tus defectos,
de todo tu amor.
de tus dos ojitos)
no quiere que la mire nadie más.

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